domingo, 29 de marzo de 2020

Relato .





Perdidas 


    Vislumbré hace poco una historia que me gustaría compartir hoy con ustedes .

    Ocurrió que en plena cuarentena y en un confinamiento total , un marido maltratador y su hijo echaron a la mujer de la casa a la calle .

    " Así te coma el virus . Fuera de mi casa " , dijo el hombre a la pobre Amalia , echándola de su hogar con lo puesto .

    Su hijo le secundó diciendo : " Víbora . No te quedarás en esta santa casa ni un minuto más . No le llegas a mi madre a la suela de los zapatos . Que en paz descanse " , vomitó el hijastro de Amalia .

    " ¡ Dejadme que me cure la herida de la cabeza ! " , exclamó Amalia pero ninguno de los quiso atenderla . Estaba ya fuera de la casa .

    Rompió a llorar , pero no suplicó más . Se dispuso a caminar reflexionando : " ¿ Cómo le había podido dedicar diez años de su vida a un tío que la había golpeado con un martillo en la cabeza ? ". Lo había hecho sólo porque le había apetecido por un sólo día no hacer nada en la casa . Eso derivó en una discusión en la que su marido se hartó de llamarla inútil , acabó golpeándola con un martillo en la cabeza y dándole una severa paliza . Su cuerpo entero estaba magullado . Cojeaba .

    Su hijastro igual la despreciaba mucho , pero no se dedicaba a golpearla . Desde un primer momento , no la aceptó . Nunca aceptó que su padre se casara de golpe y porrazo con una desconocida . Veía a Amalia como la sustituta aprovechada de su madre y aunque nunca le levantó la mano , siempre le profería insultos . Cuando al muchacho le daba la gana , la cogía como si fuese una vulgar prostituta para tener relaciones sexuales con ella . Amalia accedía con todo el asco del mundo , porque su hijastro siempre la amenazaba con contarle a su padre que era ella quien le acosaba para que tuviera sexo con ella . ¡ Menudo energúmeno ! . 

    Durante su camino hacia ninguna parte , Amalia no lograba explicarse cómo le había dado a su marido diez preciosos años de su juventud . La razón de su maltrato continuo no sólo era machismo , el motivo principal era que ella no podía darle hijos propios . Y no podía darle hijos porque entre el marido y el hijastro la llevaron a un estado de nervios , miedo , tensión y estrés que la condujo a una menopausia precoz con treinta años .

    Ella se dijo para sí misma que aguantó lo que aguantó con estos dos hombres porque tenía mucho miedo a quedarse sola y sin dinero en la vida . Sus padres habían muerto , era hija única , no podía tener hijos , no tenía a nadie en el mundo . Se sentía muy sola , pero no estaba más sola que por la calles vacías que anduvo recorriendo ese día .


    Todo el mundo estaba confinado en sus casas , no había absolutamente nadie en la calle . De repente , a Amalia le salió una preciosa niña de unos cuatro años llorando y con mucha tos . Amalia se acercó a ella , le puso la mano en la frente y vio que tenía fiebre . Pensó que era un caso claro de coronavirus .

    Sin pensar , cogió a la niña en brazos , miró a ambos lados , vio que nadie estaba con la niña y echó a correr .  Decidió que la niña que estaba en sus brazos sería su hija . Estaba tan perdida como ella . Corría mucho , pensando lo siguiente : " No más maltratos . No más humillaciones . No más abusos de ningún tipo . No más palizas . Mi vida entera se queda atrás . Se acabó ".

    Recorriendo infinidad de calles , al final salió a una carretera con la niña en brazos . Y por fin , oyó un sonido . El sonido de una ambulancia . Esta ambulancia llegó hasta la mujer y la niña , las paró . Dos sanitarios salieron de la misma , venían de asistir a un paciente de coronavirus en su domicilio .

    " ¿ Qué hacéis aquí ? . No se puede salir de la casa " , preguntó uno de los sanitarios , el más bajito de los dos .

    " Nosotras somos vagabundas , en el albergue ya no había más sitio . Estaba muy lleno " , dijo con acierto Amalia . 

    " Es verdad . Los mendigos están hacinados . Vengan al hospital , allí les atenderán . Usted parece muy malherida , señora . Y su hija no tiene buen aspecto " , dijo el otro sanitario .

    " Estoy así porque en la calle hay mucha maldad , ya lo sabéis vosotros " , respondió Amalia . 

    Tras estas palabras , tanto la niña como Amalia fueron al hospital en ambulancia . La niña a la que Amalia " bautizó " como Carolina , fue diagnostica con coronavirus . Ingresó en la U.C.I. , pues estaba muy grave .

    Amalia no se contagió , pero fue a la sección de traumatología . El médico que la atendió era un hombre bastante mayor . Él hizo que se tumbara en una camilla para examinar las heridas de su cuerpo . 

    " Tiene una contusión grave no sólo en la cabeza , también en la espalda y la zona pélvica . Muchas magulladuras en todo el cuerpo . Bastantes personales para que se les haya hecho la gente de la calle . Usted no me engaña , Amalia . Ha sufrido malos tratos continuados . He visto muchas heridas como las suyas , sé lo que habrá padecido , muchacha ".

    Amalia , nerviosa , colocó la mano del doctor en su precioso pecho y se le insinuó : " No tengo nada que no se pueda curar , doctor . No haga preguntas y míreme . No tengo salida , estoy desesperada . Estoy sola con una niña y busco sobrevivir , sólo sobrevivir " , dijo Amalia bajando la mano del médico hasta la vagina .

    El hombre la retiró y le espetó con seriedad : " Cúbrase , inmediatamente ".

    Amalia se asustó , pensó por un momento que le tocaría seguir huyendo . Sin embargo , la suerte estuvo de su lado . El médico era un hombre de sesenta años , viudo , estaba solo y necesitaba una mujer a su lado .

    Estaba en España haciendo una sustitución , él vivía en el barrio de Miami : " Key Biscane " , una zona caracterizada por bonitas playas de arena blanca , parques verdes y casas tan pintorescas como la suya .

    Se enamoró de Amalia nada más verla entrar en la consulta , sintió unas ganas inmensas de protegerla cuando vio su rostro delicado anegado en lágrimas . Fue un flechazo . Cuando acabó la dichosa epidemia , se fue a vivir con ella y con Carolina , quien sobrevivió como una guerrera al coronavirus , a su casa de Miami . 

    Amalia no se sentía atraída por él en absoluto , pero llegó a quererle muchísimo . Fue el hombre de su vida . Se casó con él por un rito extraño y le satisfizo en todo lo que pudo y más . Estudió inglés , se dio cuenta de que era más lista de lo que pensaba y le dio un futuro muy bueno a la pobre Carolina , quien fue a un colegio bilingüe .

    Cuando el doctor murió , Amalia fue la heredera universal de todos sus bienes y propiedades . El hombre tenía dos hijos más , a ellos no les dejó gran cosa al ser ambos unos desagradecidos con él , pero lo bastante para que no buscaran pleitos con Amalia . 

    Amalia nunca se pudo explicar cómo una madre pudo abandonar a una preciosa niña de ojos azul zafiro en plena calle y con coronavirus .

    Por otro lado , Carolina sabía que Amalia no era su verdadera madre , pero nunca se lo reprochó ni le dijo nada al respecto . 

    Un día Amalia quiso preguntarle a Carolina si pensaba en sus padres biológicos y le dio una respuesta contundente : "  Sí me acuerdo , pero no quiero hacerlo ". Esa respuesta fue lo bastante clara . Amalia nunca le preguntó nada más al respecto .

    Lo siguiente que Carolina aclaró fue : " Mi verdadera vida empezó cuando tú me encontraste en la calle . Ahí fue cuando de verdad nací ". Ambas se abrazaron , ellas unidas no sólo fueron felices con el buen doctor , sino que en su unión encontraron la fuerza , las ganas de salir adelante . Encontraron el amor verdadero la una en la otra y fue un amor para siempre . Ese amor las llevó a superar todas las dificultades , todas las barreras , y las llevó hacia la auténtica felicidad . La felicidad absoluta . Algo que no esperaban sentir nunca antes de que sus caminos se cruzaran .


Relato elaborado por Eva María Vicente Belmonte .    

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