Poema

 

Las cuatro verdades

Oiga, querido lector, no estamos en democracia.

Aquello que elige no vale para nada.

Son títeres buscando su ganancia.

Hacer crecer mentes enfermas y manipuladas.

Sirven a una élite satánica y poderosa.

Locos peligrosos con millones en la mano.

Se inventan para usted enfermedades dolorosas,

luego en cómo envenenarle se quedan pensando.

Al antídoto le llaman " vacuna ",

pero no es más que para usted un atentado.

Repiten hasta la saciedad que ello cura

más el mundo de enfermos y muertos se ha llenado.

El cielo está lleno de aviones que fumigan, 

los suelos contaminados de metales.

A usted le quieren calladito, operando como una hormiga,

si lucha acaba muerto o en la cárcel.

Es la batalla eterna del bien frente al mal,

usted tranquilo, ya se conoce que ganará la humanidad.

Poema elaborado por Eva María Vicente Belmonte.

''Conversaciones con asesinos : las cintas de Jeffrey Dahmer''

 

Capítulo 1. Simpatía por el diablo.

    Terminé de ver la serie " Monstruo Dahmer: la historia de Jeffrey Dahmer ", y me quedé con ganas de más. Por ello he comenzado a ver la miniserie " Conversaciones con asesinos: las cintas de Jeffrey Dahmer ". Se trata de tres capítulos documentales que a través de varios testimonios ( periodistas, abogados , forenses... ) , ayudan al espectador a entender la mente trastornada de Dahmer. Por qué hizo lo que hizo, cómo llegó a convertirse en un asesino en serie. En la miniserie salen más cosas que en la serie, sirve para completarla. La complementa.

    No sólo salen fotos y vídeos de los protagonistas reales, también vamos a escuchar la voz del propio Jeffrey Dahmer en las mencionadas cintas. En ellas Jeff va contando su historia tranquila y detalladamente a su abogada Wendy. 

    Por lo que he visto en el capítulo, el trabajo actoral de Evan Peters en la serie está muy logrado. El actor capta a la perfección la personalidad del asesino. Dahmer es tímido, sencillo, tranquilo, hace muchas pausas al hablar, y se le ve ajeno y distante a la realidad presente, a su propia realidad. Hace una interpretación plausible digna de buenas críticas.

    Siempre me ha interesado el género del true crime y las razones que impulsan a un asesino a matar. Todo eso de las mentes criminales. 

    En este primer capítulo se apuntan varios factores que pudieron conducir al trastorno enfermizo de Dahmer.

    Para empezar era un niño poco sociable, tenía poco amigos, y nada de contacto con chicas. Raro.

    Luego, veía discutir con frecuencia a sus padres. A veces eran discusiones con violencia de la madre hacia al padre según el propio Dahmer. Su padre estaba muy ausente en casa.

    A los doce años nació su hermano pequeño: David. No sé si Jeff cogió celos, pero a una edad difícil le tocó pasar mucho tiempo solo. Los padres se centraban en el bebé. 

    Creo que este documental lava un poco la imagen de Lionel Dahmer. Se le valora mucho, yo no digo que fuese mal padre. Sin embargo, en ningún momento se menciona la afición malsana que le inculca a su hijo de diseccionar animales muertos. Pienso que el hombre pudo haber apuntado al niño a clases de dibujo o a algún deporte. Alguna actividad más sana que subirlo al coche, y recoger animales muertos que encontraban en la carretera para después, abrirlos en canal. Tampoco se menciona que Joyce durante el embarazo se medicaba para la ansiedad. Para ella Jeff era un niño no deseado. Quizás se haga mención de ello en episodios posteriores.

    Muy doloroso para Jeffrey fue la separación de sus padres en 1978. Justo a la edad de los dieciocho. Cuando los padres se divorcian, él queda solo en la casa a una edad en la cual se te exige tomar una decisión para labrarte un futuro. La madre echó al padre de la casa, y ella se fue con su otro hijo, dejando a Dahmer abandonado en la vivienda bastante tiempo. Puede ser que por ello sometiera a sus víctimas después de atraerlas hacía sí. Se le metió en la cabeza la idea de que no se fueran de su lado, de que no le dejaran, no quería vivir más la sensación de abandono. Drogaba a los chicos para someterlos a su voluntad, y acababa asesinándoles por esa obsesión.

    A partir de ese abandono, él empieza a beber mucho. Se puede decir que el alcoholismo es otra causa que le condujo hacia su mente asesina.

    En pleno juicio, el psiquiatra forense Fred Berlin determinó que la enfermedad de Jeff era la necrofilia: enfermedad en la que el individuo se siente muy excitado por tener relaciones sexuales con individuos que ya han fallecido.

    Otro factor que pudo conducir hacia su mente criminal es la represión de su homosexualidad. Jeffrey Dahmer vivía en un entorno muy conservador. Desde los trece años él sabía que era homosexual, pero no podía expresarlo ni hablarlo con libertad en su entorno familiar.

Las cintas 

    En este primer capítulo destaca la voz de Wendy Patrickus, la abogada de Jeffrey Dahmer. Ella consiguió que Jeff le contara su historia creando un entorno en el que el muchacho se sentía tranquilo, centrado, confiado, y libre para hablar. Sin la presión de los dos detectives a los que el chico le cuenta con todo detalle sus crímenes. Así es como Wendy consiguió confeccionar y completar la historia de Jeffrey Dahmer.

    En un principio, a él le cuesta mucho hablar de todas sus intimidades con ella, pues lleva interiorizados sus delitos durante mucho tiempo. No obstante, sus testimonios en estas cintas llegan hasta el horrible asesinato de Steven Tuomi. A partir de este segundo crimen, él ya no puede controlar sus impulsos, y se convierte en una máquina de matar.

    Le confiesa a Wendy cómo era su compulsión de matar y deshacerse de los cadáveres: 

" Yo me había preguntado por qué estaba

obligado a hacer todos los asesinatos.

Lo que estaba buscando era eso que, eh,

llenara el vacío que sentía. 

Asesinar a alguien y... y deshacerse de

él de inmediato no da un gran placer 

duradero o un sentimiento de plenitud. Y,

sin embargo, aún sentí la compulsión de

hacerlo a lo largo de estos años ". 

    Él explica que empezó a fantasear con ello, y después, esas fantasías las hizo realidad: 

 " Empezó con fantasías, fantaseando. 

Siempre comenzaba fantaseando, y

luego eventualmente parecía que 

las fantasías, eh, se hicieron realidad ".

    Él se culpa a sí mismo y a sus pensamientos de ser un asesino en serie: 

" Si hay alguna área que es, eh, 

realmente culpable, es mi

propio pensamiento retorcido.

Hace años que no pienso

normalmente ".

    Esta confesión se la hace a Gerald Boyle, su otro abogado. A Boyle también se le ve en el capítulo entrevistando brevemente a Dahmer. 

    Hay algo que Wendy comenta acerca de Dahmer que me llamó mucho la atención. Jeffrey Dahmer " el carnicero de Milwaukee " es el único asesino en serie que ha ayudado a la policía a encontrar a las víctimas, y que ha confesado todos sus crímenes.

    A los dieciocho años es cuando empieza a tener fantasías sexuales macabras con otros jóvenes. Como ya vimos en la serie, se sintió atraído por un corredor de su vecindario. Fantaseó dejarle inconsciente, y tener relaciones sexuales con él una vez en ese estado. Llegó a esconderse detrás de un árbol con un váter de béisbol, esperó a que pasara el chico corriendo a la hora que solía pasar por la carretera. Sin embargo, a la hora señalada el muchacho no pasó, y aquella fantasía no se llevó a la práctica. Menos mal. 

    En las cintas alude a este momento de la siguiente forma: 

 " Mamá y papá, ellos tenían sus problemas.

No había nada que pudiera hacer para 

cambiar la situación, así que sólo traté 

de encontrar algo de felicidad a mi 

manera, que era obviamente el camino

equivocado ".

    Personalmente pienso que el episodio del abandono de la madre le trastorna tanto que es crucial y determinante a la hora de forjarse una mente asesina en Dahmer. Tras echar al padre de la casa, Joyce se va de viaje con su otro hijo a tres semanas de graduarse Jeff en el instituto. Dahmer ya no volvió a saber nada más de su madre. En la casa empieza a beber mucho, y a comerse mucho la cabeza. Le explica a Wendy cómo se sentía en esos momentos: 

" ... deprimido. Solo y aburrido. 

Confundido, diría yo. No 

había nadie en casa ".

    Ahí es cuando él se fija en el autoestopista Steven Hicks, quien sólo buscaba a alguien que le llevara a un concierto. Cuando le invita a su casa, su intención no era matarle. Atraído por su físico, sólo buscaba hablar y tener intimidad con él :

 

" Vi a ese tipo haciendo autostop.

Pensé que sería bueno tener a 

alguien cerca con quien hablar,

y alguien con quien yo quería 

estar para tener sexo ".

    Pero como los que ya sabéis la historia, Steven no era gay, él tenía otros planes. Se quiso ir de la casa porque le esperaban unos amigos para ir a un concierto. Fue cuando Dahmer se le insinuó y perdió el control.

    Su intención no fue el asesinato, sólo quería que Steven se se quedara con él más tiempo. Pese a ello le mató con una pesa, y le estranguló. Así lo afirma el propio Jeff: 

" No sé por qué le golpeé, 

excepto que quería quedarme

con él por más tiempo ".

    Particularmente me llama mucho la atención lo bien que Dahmer expresa sus sentimientos hacia esta primera víctima. Jeff Dahmer no es ningún paleto de pueblo, es una persona que ha leído mucho. Describe a la perfección sus impresiones, con una tranquilidad pasmosa: 

" Pensé en lo increíble que era

lo que en realidad le estaba haciendo

a otro ser humano. Me impactó que

yo llegara a ese punto. Y ése era un

sentimiento de emoción, control, 

pero mezclado con mucho miedo ".

    Él admite que estuvo mirando el cuerpo, y cuando Wendy le pregunta qué pasaba por su mente mientras lo hacía, él le responde lo siguiente:

" Un poco de curiosidad morbosa en

cuanto a cómo se ve un muerto. Eh...

Curiosidad mezclada con mucho

miedo ". 

    Igualmente describe con detalle lo que hizo con el cuerpo:

" Empecé a desmembrarle y todo.

Hay algo en él que recuerdo: 

cortarle las piernas y luego los

brazos y la cabeza ".

    Acto seguido, Wendy le pregunta si tocó alguna parte del cuerpo de Steven, a lo que el asesino afirma:

 

" El hígado y el corazón ".

    Como ya sabéis los interesados en Dahmer, él se masturbó con las partes del cuerpo, y al respecto, comenta lo siguiente :

" No estoy seguro de siquiera saber 

 ahora por qué tuve una sensación 

emocionante al hacer eso. Pero lo

hice ".

    Tres años después vuelve a la casa familiar tras ser expulsado del ejército, y esparce las cenizas de lo que quedaba de Steven Hicks por el territorio de su casa, un bosque. Según sus palabras, a Jeff le pesaba la conciencia y tenía remordimientos:

" [ Tenía ] Mucha culpa.

Indecisión sobre si

debía confesarlo. Pero

nunca tuve el coraje de 

hacerlo... Sabía lo 

terriblemente mal que 

estaba. Y nunca quise 

que algo así volviera a 

suceder ".

    Destacable es en este primer capítulo el audio de Lionel Dahmer, en el que expresa escuetamente sus sentimientos ante la repercusión que tuvo el caso de su hijo : 

" Le amo. No me di cuenta

de que estaba enfermo. Y, 

como siempre lo he hecho,

le apoyaré en mis pensamientos

y oraciones ".

    En 1981 Jeffrey Dahmer se va a vivir a casa de su abuela, y allí realmente él hace un esfuerzo por cambiar : 

" La ayudé [ abuela ] con el trabajo

de jardinería y varias tareas.

Realmente hice un esfuerzo

sincero para cambiar la forma en 

que vivía, para cambiar mis

deseos. Para deshacerme de los, 

uh... homosexuales, uh, 

sentimientos que tenía. Cualquier

pensamiento pecaminoso. 

Comencé a ir a la iglesia con la

abuela regularmente. Y, uh, traté

de sofocar cualquier sentimiento 

sexual que tuviera ".

    Él reprime su homosexualidad y eso es horrible. Jeff no lo pasaba bien. El hecho de ocultar su naturaleza es uno de los factores señalados como los causantes de sus actividades criminales. Él mata a jóvenes homosexuales como él. Cuando lo hace, en realidad, está asesinado a su propio yo homosexual. No le gustaba ser homosexual, lo odiaba.

    Un maniquí que robó en una tienda le sirvió durante un tiempo para ocultar su homosexualidad en la casa de su abuela. Pero como muchos sabéis, la abuela le pilló: 

" Creo que llamó a papá [ abuela ], 

así que pensé que sería mejor 

deshacerme de él. Lo bajé al 

sótano y, uh, lo destrozó, y lo 

tiró a la basura ".

    La falta del maniquí como juguete sexual, y la incitación al sexo que tuvo en una biblioteca hicieron que Dahmer volviera a las andadas. Un hombre espontáneamente ocultó para Jeff una nota en un libro, en la que le pedía que le hiciese sexo oral en los lavabos :

" Yo estaba en la biblioteca de West Allis... 

Simplemente sentado en una silla, leyendo

un libro. Era lo último que esperaba, 

¿ sabes ?. Me reí de mí mismo. Pensé, eh,

" Eso es un intento terriblemente débil, 

eh, de hacerme tropezar ", ¿ sabes ?. 

Nunca le vi la cara ni nada ".

    Tras esta afirmación, Wendy le pregunta si las compulsiones violentas de tener sexo con hombres volvieron a su mente, y Jeff le contesta afirmativamente así: 

" Eso es lo que lo desencadenó, supongo ".

    Entonces, Dahmer empezó a ir a las termas, unos baños en donde las personas homosexuales podían tener sexo con privacidad. Allí empezó a drogar a todos los hombres con los que se citaba para tener un encuentro íntimo. Wendy le pregunta al respecto si ese acto le dio una sensación de control, a lo que Jeffrey le responde de la siguiente manera: 

" Bueno, podía mantenerlos allí más 

tiempo. Podía, eh, simplemente 

estar con ellos sin sentir la presión

de hacer cualquier cosa que 

quisieran hacer. Uh... Simplemente

no había ninguna... No me exigirían 

nada. Uh, podía disfrutarlos como 

quisiera ".   

    Igualmente Wendy Patrickus le pregunta si pensó en cómo podrían haberse sentido sus víctimas, a lo que Dahmer sinceramente contesta así :

" Sí, creo que sí, pero en ese

momento no me importaba

mucho. Sólo quería hacer 

lo que quería. Así que no 

me importaba ".

    El dueño de unos baños se dio cuenta de que Dahmer drogaba a los chicos con los que iba, le expulsó de su local, y corrió la voz para que en las termas vetaran su acceso. Así que a su segunda víctima, Steven Toumi, la llevó a un hotel: el hotel Ambassador. A este chico le asesinó en noviembre de 1981, nueve años después del asesinato de Steven Hicks. Fue un accidente. Dahmer pretendía drogarle con la bebida, y por error acabó drogado él primero. Luego sí drogó a Steven. 

    Ocurrió que Dahmer se desmayó en la cama, y cuando se despertó, vio a Steven muerto. No recordaba nada. Cuando Wendy le pregunta cómo supo que el chico estaba muerto, y si revisó su pulso, Dahmer expresa:

" Tenía miedo. No. [ revisar el pulso ]

Y le salía sangre de la boca.

Aparentemente, yo le había golpeado

con mis puños en el pecho ".

    Tras el macabro suceso, Dahmer se movió entre contenerse o dar rienda suelta a sus fantasías sexuales violentas. Se decantó por lo segundo: 

" El [ hotel ] Ambassador hizo algo.

Desencadenó algo. Quería más. 

No sé que desencadenó, pero 

desencadenó algo. Simplemente

me dio un placer enfermizo. 

Dominaba mis pensamientos, 

haciendo estas cosas. La 

compulsión era más fuerte que 

cualquier... cualquier otra cosa. Era

una fuerza impulsora resuelta. 

Mis... deseos, eh, eran bestiales, 

obviamente ".

  Y después de esta segunda víctima, él no vuelve a controlarse más, y realiza quince crímenes más.

    Yo quiero dejar claro que en ningún momento justifico ni empatizo con Jeffrey Dahmer, sólo procuro entender y analizar su mente con lo que ya he visto tras este primer capítulo del documental. " Conversaciones con asesinos: las cintas de Jeffrey Dahmer " es bastante neutral, descriptiva, analítica, es una muy buena miniserie con testimonios de primera mano sobre "el carnicero de Milwaukee".

    Ayuda a completar lo que hemos visto en la serie " Monstruo Dahmer: la historia de Jeffrey Dahmer ". Yo no sabía muchas cosas como el remordimiento de conciencia de Dahmer hacia Steven Hicks tras deshacerse de él. Tampoco que iba a la iglesia con su abuela ni que tuvo su primera experiencia homosexual en torno a los catorce o quince años. La serie se centra en lo más morboso, y esta miniserie nos acerca a su interior, a sus propias palabras. Nos ayuda a entender por qué hizo lo que hizo. 

    Una de mis conclusiones es que Jeffrey Dahmer es como un niño grande. La propia Wendy Patrickus dice que antes de entrevistarse con él se sentía como Clarice Starling frente a Hannibal Lecter en " El silencio de los corderos ", pero durante la entrevista ella reconoce que hizo con Dahmer de madre, hermana, e incluso, de psicoterapeuta. Jeffrey Dahmer no daba miedo, era una persona inmadura y trastornada que necesitaba mucha ayuda médica.

    A todos los que vieron la serie o simplemente a todos los aficionados del género del true crime, recomiendo esta miniserie. Recuerdo que hay otras dos miniseries anteriores de " Conversaciones con asesinos... ": una se centra en Ted Bundy, y la otra, en John Wayne Gacy. 

    Otra de mis conclusiones es que los padres de Jeffrey Dahmer y su educación han podido influir en él a la hora de convertirse en un asesino, pero pienso que su principal problema era que estaba muy solo. No había nadie con quien él compartiera sus pensamientos, nadie que le escuchara ni que le entendiera, ni siquiera un psiquiatra. Sólo se ve en el documental un amigo que tuvo en la infancia. Hay personas con una educación mucho peor que la que recibió Dahmer, personas con unos padres mucho peores, pero que siempre han distinguido a la perfección lo que está bien de lo que está mal. Y nunca han cruzado ese límite. Dahmer también sabía hacer esa distinción, trató de ponerse él mismo remedio. Sin embargo, él solo, sin ningún tipo de ayuda, no pudo controlarse, y finalmente, se desencadenó un delincuente en él. Un demonio que acabó con la vida de diecisiete jóvenes con todo el futuro por delante. Algo imperdonable.

    Y ya no me extiendo más, quiero mandarles a todos mis lectores un beso y un abrazo enormes. Os deseo un feliz martes, y por si no volvemos a vernos hasta el año que viene : ¡ Felices fiestas !.

  

 Comentario de texto y traducciones al castellano de Eva María Vicente Belmonte.

Remodelación del cuento clásico : Heidi.

 

    Piensan  muchos que los cuentos no se han de cambiar,  que son intocables y perfectos como tales, pero yo pienso que de un cuento pueden salir muchas versiones y que no debemos quedarnos sólo con el original. Versionar un cuento es darle vida, resucitarlo, hacer que no caiga en el olvido. De ahí, esta sección y esta versión del clásico Heidi de Johanna Spyri.

Mi Heidi 

    Heidi y su tía Dette vivían en Suiza. Dette pasaba muchas estrecheces económicas, apenas podía mantener en condiciones a su sobrina. Un día le llegó una buena oportunidad para prosperar económicamente. Encontró trabajo de jardinera para una familia acaudalada en Alemania. Entonces, la niña quedó a cargo de su huraño y ermitaño abuelo en las montañas de los Alpes.

    El abuelo no tenía fuerzas para cuidar de Heidi, ni siquiera la llevaba a la escuela.  Sin embargo, la niña disfrutaba un montón pastoreando las cabras con su amigo Pedro, y en plena naturaleza. Ayudaba al abuelo todo lo que podía con los animales, la venta de quesos, y la casa. Un día su felicidad se empañó con la llegada de Dette. Ésta acordó con el abuelo dejar en adopción a Heidi a su jefe, el señor Sesseman. Este hombre era viudo y tenía una hija en silla de ruedas que no tenía amigos: Clara. Clara recibía educación en la casa y necesitaba conocer a otros niños de su edad.

    " Sí, Dette, es mejor para Heidi esa familia que yo. A mí no me queda mucho tiempo ya, soy anciano, presiento mi muerte. Estoy muy mayor y no puedo con toda la energía de esta chica ", afirmó con sinceridad el abuelo a su hija. 

    " No hay más que hablar, papá. Mañana partiré con Heidi a casa del señor Sesseman ".

    Heidi lloró toda la noche, no soportaba el hecho de separarse de los animales y de su mejor amigo Pedro. Pero los mayores mandaban.

 

    Cuando ingresó en su nueva familia, todo iba bien al principio. Pero ocurrió que el señor Sesseman le cogió pronto mucho cariño a la carismática Heidi y eso despertó los celos de Clara. Ésta dejó de compartir sus juguetes con la niña, llegaron malas contestaciones, gritos e insultos hacia su hermana adoptiva. Asombrada, Heidi se lo comentó a la señorita Rottenmeier, quien daba clases a las dos, pero esta mujer le contestó lo siguiente : " Clara será una mujer de provecho, toda una señorita. Tú nunca pasarás de ser una vulgar y pobre campesina ". La malvada institutriz estaba enamorada en secreto del señor Sesseman , y en su cerebro enfermo también le cogió manía a la criatura. 

    El señor Sesseman trabajaba mucho, pasaba poco por casa y no se daba cuenta de que Heidi no era feliz.

    Una mañana trajo dos muñecas para Heidi y otras dos para Clara. A ésta les parecieron las muñecas de Heidi más bonitas y las dejó sin cabeza, pies y manos. Se las destrozó. 

    En otra ocasión, Heidi llevó a la casa toda ilusionada un pez que sacó de un arroyo próximo a la mansión. Pues en cuanto Heidi se despistó, Clara le echó ácido al pez y se lo mató.

    Heidi ya no soportaba más vivir en esa casa, quería regresar a los Alpes con su abuelo a toda costa. La señorita Rottenmeier sabía todo el bullying que la paralítica le hacía a Heidi, pero nunca intercedió por ella ante el señor Sesseman. La situación era insostenible para Heidi hasta que una noche el viudo vio una escena espeluznante: Clara saltaba de su silla sobre Heidi, que estaba tranquila en su cama, para abofetearla y raparle la cabeza.

    "  Pero, ¿ esto qué es ?, Clara yo no te eduqué así ", regañó el padre a su hija. Clara sintió mucha vergüenza ante su asombrado padre. 

    Mientras Heidi ayudaba a Clara a incorporarse a su silla, el padre echó un vistazo a la habitación. Encontró el pez muerto de Heidi, las muñecas rotas, la ropa nueva para Heidi destrozada, etc. 

    " Clara, hija mía, ¿ qué has hecho ? ", preguntó el señor Sesseman avergonzando más a la hija.

    " Imagino que la señorita Rottenmeir es consciente de todo esto , ¿ verdad ? ".

    " Sí ", afirmaron las dos niñas. Clara estaba roja como un tomate, Heidi sentía cierta liberación al ver que el hombre al que llamaba padre había abierto los ojos. 

    Acto seguido, despidió a la señorita Rottenmeir, quien no fue tan buena educadora como él creyó si consintió ese infierno para Heidi.

    A la mañana siguiente, el señor Sesseman habló largo y tendido con su hija Clara. Esta charla subió mucho la autoestima de la niña, fue reconfortante para ella. Su padre le dijo que iba a ayudarla a pensar en positivo, pues la amaba con todo su corazón. Pero que Heidi merecía el calor de un hogar. Le prometió que iba a esforzarse en demostrarle todo su amor para que jamás tuviera celos de su nueva hermana. Le juró que iba pasar más tiempo en casa con las dos para que su episodio de celos no volviera a repetirse. El viudo hizo que Clara se arrepintiera de todo el mal que le había causado a Heidi, le hizo ver que había sido injusta con ella, y que tenía que compartirlo todo con su hermana.

    Arrepentida, Clara llegó hasta las lágrimas y junto a su padre, le pidió perdón a Heidi.

    " ¿ Qué puedo hacer para compensarte ? ", preguntó Clara a Heidi sincera.

    " Me gustaría regresar a las montañas de los Alpes con mi abuelo. En esas montañas hay un bello manantial de aguas curativas que te pueden ayudar a andar, Clara ".

    Dicho y hecho. El señor Sesseman dejó a cargo de su empresa a personas de confianza y a los pocos días, él junto a las niñas y Dette, llegaron a las montañas.

    Al mes el abuelo de Heidi murió. Por otro lado, Clara se recuperó un montón. Las aguas curativas del mentado manantial le hicieron caminar de nuevo. El contacto con la naturaleza, los animales, y el hecho de ir al colegio del pueblo con Heidi le hicieron recuperar la alegría. Socializar con otros niños le mejoró mucho el ánimo y nunca volvió a sentir celos.

    Clara, Pedro y Heidi se hicieron muy amigos los tres. Su amistad fue pura, jamás se intoxicó por culpa de amores, sexo o celos de por medio. Fueron amigos para siempre.

    La madre de Pedro y el señor Sesseman se enamoraron, se casaron y vivieron en los Alpes suizos para siempre. Él como era el jefe de una gran empresa, sólo se pasaba por la misma de vez en cuando para que todo estuviera correcto. No había nada más puro y bueno que el aire de las montañas. Se hizo pastor de cabras y ovejas junto a Pedro y Heidi. Los dos niños no eran sus hijos biológicos pero lo quería como tales.

    Tras el cambio de aires, Clara siguió arrepentida de su comportamiento hacia Heidi durante muchos años. Pero al llegar a la edad adulta, las hermanas se reían de ese episodio, pues los celos son absurdos, no conducen a nada. Son una nube tóxica que te llevan a destruirte como persona, y te ciegan ante las personas que de verdad valen la pena. Hacen que no veas ni valores a quien tienes delante, y acabes perdiendo a esa persona. Clara aprendió esa lección para toda la vida, y colorín, colorado, esta versión de cuento ha acabado.  

Remodelación de cuento elaborada por Eva María Vicente Belmonte.

Relato.

 

Antonio, un auténtico crápula.

    Me llamo Antonio Guzmán Soler. Soy un reputado abogado de un prestigioso bufete.

    Ayer me levanté tarde porque estuve toda la noche celebrando la victoria de un caso importante. Gano el 100% de los casos. Mi fortuna ronda los seis millones de euros. Al mes facturo unos quince mil euros. No me puedo quejar.

    Desayuné placenteramente en mi casa, hice que mi querida criada Berta me preparase un cruasán francés con mantequilla pura junto a un delicioso cappuccino.

    Salí a la calle con aire triunfador y dispuesto a comerme el mundo. Fui a una tienda exclusiva de trajes para hombres.

    Me llevé el más caro puesto. Era un exclusivo traje de la casa Brioni. De muy alta calidad. La dependienta, una rubia preciosa, suspiraba por mí y por cómo me quedaba. Es lo que tiene el fitness, las horas de gimnasia, y una buena genética. Al terminar de pagar, me despedí de la chica y le guiñé el ojo. A cambio, ella me dedicó una seductora sonrisa.

    Cuando salí a la calle, acaparaba más suspiros, atenciones, y miradas de mujeres de lo normal. Me encanta gustar.

    Me encontré a mi amigo Félix, me invitó a almorzar. Comimos en un selecto restaurante.

    Almorcemos merluza con cocochas y consumimos un prohibitivo vino: el aurumred gold. Nos contamos nuestras últimas conquistas amorosas y reímos un montón. Yo suelo reír mucho. Soy risueño y optimista.

    " Tío, ¿ por qué no te pasas por mi casino ? ", me preguntó. Acto seguido, me extendió una tarjeta de socio vip. Cómo negarme. Acepté encantado.

    Después, fui a echarme una siesta. Duró más de lo normal. Sería por el vino.

    A las nueve cogí mi coche, un coche deportivo exclusivo de gama alta: un naranja Mclaren 720s.

    Cuando llegué al casino, todas las miradas se depositaron en mí y en mi auto. Al aparcacoches, un árabe joven, se le caía la baba. Hice que lo aparcara y apenas pudo disimular la alegría que le hacía dicho cometido.

    Muchas personas se me acercaron para acapararme, pero invité a una copa a una chica pelirroja, explosiva, y preciosa que estaba en la barra. Conectamos enseguida y con ella me fui a jugar a la ruleta. Las apuestas me iban bien. Apostaba y ganaba. Estaba en racha y otra mujer guapa se nos acercó. Ésta era morena, también muy explosiva. Y, ¿ qué creen ?.

    Una última tirada me hizo ganar veinticuatro mil euros. La suerte me acompañó como de costumbre. 

    Antes de irme con las dos muchachas, compré tres botellas de champán de la marca Dom Pérignon, el champán más caro del lugar.

    Luego retiré mi dinero. Félix salió a saludarme y me dijo: " Espero no verte por aquí en años. Tú puedes dejarnos tiesos, Toni ", comentó entre risas.

    Acto seguido, me fui a un gran hotel, conseguí la suite principal. El dinero lo hace todo.

    Las chicas y yo montamos una gran juerga. Rocié a las muchachas en champán, esparcí mi dinero sobre ellas. Ellas se excitaban mucho restregando los billetes por sus esculturales y mojados cuerpos. No dejábamos de reír. Hicimos varias posturas de trío. Sé mucho de sexo, acostumbro a estar con muchas mujeres.

    Me volvía loco estar acostado boca arriba y dar placer a dos hembras como ésas. La morena se dejaba penetrar mientras que la pelirroja se sentaba sobre mi cara y disfrutaba con mi lengua. Puro sexo oral, señores. Luego, se intercambiaban. Nos divertimos mucho.

    Todo era piel, tetas, culos, risas, alcohol, sexo del bueno, billetes desparramados... Me dormí satisfecho, alcoholizado, borracho de felicidad también, exhausto. Sentí que una chica dormía abrazada a mí y que la otra dormía justo encima. Fue una de las mejores noches de mi vida.

    ¿ Qué creen que pasó después ?. Pues que sonó el despertador, y ya no había tías conmigo ni estaba en una suite. Mi cama no era grande. Seguía siendo la misma cama pequeña de siempre. 

    Yo seguía siendo pobre, serio, y rechoncho. Todo había sido un sueño. Espectacular, pero un sueño al fin y al cabo.

    Me puse rojo de vergüenza al verme empalmado, recordando el sueño. Yo soy bastante tímido, no ligo nada.

    Me levanté y me puse el uniforme de albañil. Desayuné lo justo, un vaso de leche. Iba con prisas. Mi jefe es muy estricto y a la obra he de entrar a los ocho en punto de la mañana.

    Cuando salía del portal, vi limpiando a una chica rubia. Apenas la saludé, pero ella sí me reconoció. ¡ Sorpresa !. Era la misma chica de la tienda del sueño, la que me vendió el traje caro de firma italiana. Aluciné. Estaba más guapa que en el sueño. Me quedé absorto, paralizado. ¡ Menuda coincidencia !.

    Ella me espetó: " Tú eres el que mira siempre el escaparate de la tienda " Modas del hoy ", verdad ? ". Se refería a una tienda masculina similar a la del sueño.

    " Sí, bueno, soñar es gratis ", respondí tímido.

    " Ya, es una tienda de precios demasiado elevados. Allí sólo van estirados. Me echaron de ese sitio y he encontrado trabajo de limpiadora en este edificio. Me llamo Susana ", expresó la rubia.

    " Yo soy Antonio ". Nos dimos dos besos. Yo estaba rojo como un tomate y sólo acerté a decir: " Para lo que quieras y necesites, yo vivo en el apartamento del 2ºB ".

    " Gracias. Muy amable, Antonio ", respondió Susana con una bella sonrisa.

    Contento, me subí al coche, un coche pobre, antiguo y destartalado. Nada que ver con el del sueño.

    " Puede ser el principio de algo bueno ", pensé alegre conduciendo de camino al trabajo.

    Algo real se había colado en mi sueño donde por una sola y única vez había sido un auténtico crápula. Una mujer guapísima de carne y hueso. Puede ser que ya la hubiera visto en otra ocasión pero ahora la tengo cerca. Quizás me atreva un día a invitarla a salir. Por qué no, sería estupendo. 

  Relato elaborado por Eva María Vicente Belmonte.  

Cuento.

 

George, el sirviente.

    Ésta es la historia de una bella princesa de un reino europeo. Se llamaba Sarah y tenía sólo 21 años.

    Sus padres la querían casar a la fuerza y querían verla bien casada con un hombre de provecho. Para ello organizaron una cena y un baile en su palacio. Pero antes, el rey Angus y la reina Delilah junto a Sarah entraron en el salón de recepciones. Iban a llegar cinco pretendientes para la joven.

     Sarah iba preciosa, llevaba un vestido de color verde fuerte, una corona medieval y un velo blanco. Era una princesa medieval. Los tres se sentaron en sus respectivos tronos.

     El anunciante pronunció los nombres de los cinco candidatos : 

     -- Dominick, rey de Sussex.

     -- Filipp, príncipe de Moscú.

     -- Nikola, rey de Hungría.

     -- Herkus, duque de Lituania.

     -- Fabrizio, conde de Saboya.

     Conforme eran anunciados estos hombres, éstos se presentaban ante los reyes, haciendo una reverencia y lanzando lisonjas a la joven. Sarah con su cara afligida apenas levantaba la cabeza para verles.

     " ¿ Te gusta alguno, hija? ", le preguntó el rey a Sarah. Ella agachó la cabeza y no le contestó. 

     " A ver si tú le sonsacas algo ", susurró Angus a su esposa algo irritado.

     " Vamos todos al gran salón para disfrutar de la cena ", ordenó el rey a los presentes. Estaban allí las personas más ricas y privilegiadas del reino.

     Dirigiéndose al gran salón, Delilah intentó sonsacarle a su hija el nombre del pretendiente que más le había gustado, pero ella no le dijo nada. Se mostró escurridiza ante su madre.

     Ya cenando, el rey Angus volvió a preguntarle por los pretendientes a Sarah. " Hija, dime con cuál de estos caballeros te ves casada. Los cinco son muy importantes para tu futuro y para el futuro de nuestro reino ".

  

     Sarah seguía sin soltar prenda. Se limitaba a comer.

     " Es verdad que Fabrizio y Filipp son muy mayores. Los otros tres no son muy agraciados. Pero el amor puede llegar con el tiempo, no es importante para el futuro ".

     Sarah suspiró, degustando un pollo. No quería hablar.

     El rey Angus se impacientó y empezó a presionarla para que le dijera el nombre del hombre elegido, a éste había que alentarle y prepararle para el casamiento. " Niña, no juegues con mi paciencia. Dime un nombre. Ya te dije que el amor no vale para nada ". El rey le quitó el pollo y mirándola desafiante, le ordenó : " Un nombre ya ".

    Sarah en un acto de rebeldía se sinceró gritándole al rey delante de todos: " Estoy enamorada de George ".

     " ¿ De George?, ¿ el sirviente ? ", gruñó el padre. George era el mayordomo del castillo. Se encontraba en el salón pendiente de las mesas como un camarero.

     " El mismo ", contestó Sarah a su enfadado padre liberada.

     Todos los presentes estaban silenciosos contemplando la escena. George rompió el silencio : " Yo también te amo, lady ", declaró dirigiéndose a Sarah. Ésta se levantó de la mesa y corrió a abrazar a George. " Nos queremos desde hace tres años", confesó ante sus padres y ante todos los presentes, que componían la alta alcurnia de la sociedad.

     Muchos de ellos se reían, otros se avergonzaban de la escena muy serios y otros directamente no sabían qué hacer.

     El rey Angus se levantó de la mesa y ordenó enfadado : " Se acabó la cena. Márchense ". Todos los invitados se fueron. Los pretendientes, tristes y enojados. 

     El rey Angus se dirigió a Sarah con una decisión muy clara sobre su futuro : " Desde el día de hoy sales de esta casa. Tu madre y yo te repudiamos. Olvídate de heredar el trono. Quedas desheredada de todos mis bienes ". Y tras pronunciar estas palabras, se marchó hacia su alcoba. La reina le siguió silenciosa, sin mirar a su hija.

     Sarah lejos de entristecerse, expresó a George con una sonrisa de oreja a oreja: " Al fin, libres ". Y los dos se marcharon del palacio alegremente. Eso sí, por la puerta de atrás y con la única bendición de todos los empleados de los reyes.

     Tras esto, el rey Angus y la reina Delilah se centraron en casar a la hermana de Sarah : Ava, quien acababa de cumplir dieciocho años. Paralelamente, George y Sarah vivieron ajenos al palacio en una cabaña con los padres de George.

     Transcurrido un tiempo, los reyes echaron de menos a su primogénita y quisieron verla. A escondidas, los reyes y la princesa Ava se citaban con Sarah. Ava acabó casada con el conde de Saboya. Le confesó a Sarah que no era feliz con él, pero que Fabrizio era un hombre muy bueno, y, que a lo mejor con el tiempo, le querría como ella amaba a George. Sarah le daba ánimos y esperanza. Quería mucho a su hermana y quería verla feliz. 

     Ella sí lo había conseguido. Sarah era muy feliz con su familia política. Se casó con George. Ambos, junto a los padres de éste, hicieron una cabaña de madera enorme. Igualmente crearon su propia familia. Tuvieron cuatro niños hermosos como cuatro soles.

     Y es que el amor no se puede forzar. El corazón te dice quién es la persona que ha de permanecer a tu lado para siempre. Debes seguir los dictados del mismo, rebelarte ante los impedimentos y obstáculos, ser tú mismo/a para así conseguir la felicidad plena.

     El amor no entiende de clases sociales ni de posiciones ni de dinero, surge del corazón, éste te lleva a la persona indicada. Cuando esa persona llega, tu interior te avisa, y ya, sólo tienes que escucharte y dejarte llevar por lo que el destino te ha preparado junto al ser amado.

     Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

Cuento realizado por Eva María Vicente Belmonte.

Reseña de capítulo de "Cuéntame como pasó" : "El Spiderman de San Genaro".

 

Serie : Cuéntame cómo pasó.

Capítulo : El Spiderman de San Genaro. Temporada 22 capítulo 15.

        Muy buenas a todos mis seguidores. Voy a haceros un repaso del capítulo 402 ( se dice pronto ) de esta serie. Vamos a ver en qué quedaron las tramas antes del capítulo de esta noche. 

       He de decir que no soy fan de esta serie. Siempre me da mucha pereza empezar a ver otra temporada, pero finalmente, soy de las que dicen : " Venga, a ver en qué acaba ".  Circulan rumores de que se va a cancelar ya " Cuéntame ", no hay nada oficial , pero cuando el río suena... Yo pienso que sí , que ya la serie ha de acabarse porque la audiencia está cansada y porque desde que se fue Ricardo Gómez, por mucho que digan, perdió mucho. 

      Este capítulo estuvo entretenido y gracioso, fue una mezcla de humor y drama que dejó buen sabor de boca. Se agradece el esfuerzo por contentar a los fieles seguidores, pero todo lo que empieza ha de acabar o ¿ es que estamos ante una serie interminable ?.

       El capítulo está ambientado en junio de 1994. Yo aún no había cumplido diez años por aquel entonces.

      El Spiderman de San Genaro y Mayte. 

      El spiderman de San Genaro no es otro que Luis, que escalando el pirulí del programa mítico '' ¿ Qué apostamos ? ", ganó cinco millones de pesetas, lo que le da ya para el tratamiento de su hija. Hablando del tema con Mayte en la cocina de El Bistrot, ambos acuerdan dejar el negocio del trapicheo de drogas. Sin embargo, tiran la droga con tanta torpeza que cuando los de televisión española llegan al bar a hacerles una entrevista, los dos son pillados con toda la cara blanca. Divertida escena.

      Luego, la policía hizo un registro en el local, no encontraron nada. Antonio defendía al matrimonio diciendo que eran gente decente, pero ambos le ocultan la verdad. ¿ Se acabará enterando Antonio, que es copropietario del bar, del negocio ilícito de Mayte y Luis ?.

Cecilia, Antonio y Herminia.

       Kiti Mánver interpreta a la hermanastra de Mercedes. Es una actriz estupenda, elegante, con clase, preciosa. Pienso que deberían haberla incorporado antes al elenco, pero bueno, nunca es tarde.

        Cecilia vuelve a San Genaro dispuesta a pasar un tiempo con la familia y a hacer gestiones. A la abuela no le cae nada bien , suelta un montón de pullas y hace muchos feos al nuevo fichaje. A mi me parece aquí Herminia un poco injusta, porque qué culpa tiene ella de haber nacido de la infidelidad de su marido con otra mujer.

        Antonio, fisgoneando en sus cosas, descubre que ella no vive en Barcelona como ha hecho creer a la familia, sino en Albacete, ciudad próxima al pueblo de la familia: Sagrillas. Piensa que algo oculta y acaba cotilleándole la maleta, pese a que Mercedes se lo intenta impedir. Cecilia no le pilla de milagro, pero se mosquea. Al final del capítulo, vemos cómo esconde una escrituras del registro de la propiedad en Albacete. Al parecer, ella ha heredado una casa allí. Veremos.

 Toni, su trabajo, Déborah y Aurelio Terreros.

        Toni está en plena crisis personal y laboral. Por un lado, su partido no va bien en las encuestas. De hecho, vemos cómo pierde las elecciones europeas. Han sido muchos los escándalos de corrupción y las dimisiones en el gobierno de Felipe González. Antes de la catástrofe electoral, él se centra en desviar la atención y como jefe de prensa, hace propagar el rumor de que el gobierno va a endurecer las penas para los casos de asesinato, casos como el del asesino del rol. Pues son muchas las noticias negativas del gobierno. En una entrevista organizada por Neus, cuando le preguntan por dicha medida, no tiene más remedio que desmentir el rumor con la cara roja. Acto seguido, acaba despidiendo a su compañera Neus, quien acaba pagando el pato del bulo filtrado a la prensa.

        Por otro lado, Toni no puede ser peor padre. Ante tanto trabajo, no puede ocuparse de la pequeña Sol y Débora la deja a cargo de su nuevo novio, Aurelio Terreros. Finalmente, Toni va a la casa de su ex a por la niña, pero Aurelio le provoca dándole dos manotazos y Toni le asesta un puñetazo como respuesta en la discusión que tienen. Tras provocar la pelea, Aurelio aprovecha para darle un golpe bajo a Toni y le da los papeles del divorcio que ha redactado para la inglesa. Dichos papeles incluyen la petición de Débora de la custodia completa. 

        Más tarde, la inglesa se entera del altercado por Terreros, quien se presenta como el bueno y el único agredido. Le comenta que le ha dado los papeles del divorcio a Toni y ahí, ella no se deja manipular, cae en la cuenta de que Aurelio ha provocado a Toni para darle donde más le duele y le echa de casa. 

         Luego, Toni va a hablar con ella y discuten. Toni le dice que quiere a Sol, que hace lo que puede aunque le gustaría hacer más, que está yendo a terapia para curar su adicción al sexo y que no le puede quitar la custodia de su hija. Se rompe, le acaba dando la razón a su ex y ésta acaba sensibilizándose con él. Ella le hace saber que quiere que esté en la vida de su hija. 

 Vuelve Ramón sin Casandra.

         Ramón vuelve al lado de Antonio y Santos. Casandra se ha quedado en Mallorca y le ha dejado por un cliente, un jeque árabe. Así que, Ramón vuelve, pidiéndole perdón a Antonio. Si recuerdan, Ramón peleó con Antonio al querer seguir con la línea tarotista del 906 sin el consentimiento del patriarca de la familia.

         Y vuelve en un momento en que Antonio le necesita. Él está deshaciéndose de viajes Milano, malvendiendo los autobuses. Ramón se ofrece a ayudarle en la mecánica de los vehículos para que los pueda vender a un precio mejor. También se ofrece a ayudarle en su nuevo negocio : una vinoteca que Antonio quiere poner en el barrio. 

Diana, Oriol, Melero y Santi. 

        Diana algo oculta acerca de su entrenador, lo intuyo. Se lo tiene bien callado. Se lesionó adrede para huir de la residencia de gimnastas y volver a casa de sus tíos.

        Ella sigue con su amor prohibido hacia su primo Oriol. Éste la llama desde el cuartel de la mili para quedar con Melero y Santi en casa de su madre. Los cuatro juntos. Sin embargo, Melero, que también está pillado por la chiquilla, escucha la llamada y entiende que Oriol y Diana se acostaron. Esto no llegó a pasar porque ella se echó para atrás. Pero a Oriol no le da tiempo a explicarle nada porque se le echa encima y ambos amigos se enzarzan en una pelea. El sargento les castiga y no van a la cita con Diana y Santi. En pleno momento de confidencias, Santi le llega a confesar a Diana su homosexualidad. Diana no le llega a explicar a Santi por qué se paralizó y no llegó a tener sexo con Oriol, dejando a todos los espectadores con la duda.

    Doctor Losada, Jorge y María. 

        El ex de María, Jorge, apareció dos veces : una, para saludar a Antonio y otra, para contemplar con celos cómo María y su amigo, el doctor Losada, van a tomar una copa juntos después de que el profesor acompañara a casa a su alumna. María está haciendo logros con el profesor gracias a su trabajo y talento, despertando, a su vez, la envidia de su compañera Barroso. Finalmente, se crea una confianza entre el doctor y María que puede acabar en romance ahora que está separada de Jorge. ¿ Se avecina un triángulo amoroso ?.

 Clara y Berto.

        Clara no se fía de Berto. Éste quiere supuestamente que el negocio de Mercedes prospere y deje de ser un taller de costura de barrio. No hace más que gastar y por ello, Clara rechaza un cargo de medio millón de pesetas para un desfile en París. Finalmente, el asesor de márquetin lo arregla, consiguiendo para Mercedes otro desfile, esta vez en Londres. Ordena a Clara que no rechace ningún cargo que venga de Londres y ésta asiente,  confiando en que Mercedes triunfe en Londres. Pero, ¿ será Berto de fiar o acabará arruinando a Mercedes ?.

        

         Y ya creo que ahí va todo. Inés y Mike llevan sin salir dos capítulos. Yo creo que la serie se podría cerrar en cuatro o cinco capítulos más. Personalmente, me gustaría mucho que el '' heredero " regresara y se diera un emotivo abrazo con la familia, en especial, con Antonio, para quien Carlos es su hijo favorito, el más especial. 

 

          Un beso y un abrazo enormes para todos.

Reseña realizada por : Eva María Vicente Belmonte.

Relato.

 

Mis dos héroes

  María había tenido una vida acomodada, toda clase de lujos, pero no cambiaba la que tenía ahora por nada del mundo. Huía de su marido, quien era un hombre importante del gobierno. Un hombre que había jurado darle todo y que no le había dado nada. Los días con él eran insoportables. Él siempre le estaba gritando, humillando, golpeando, lesionando, etc. Luego le pedía disculpas hecho un mar de lágrimas pero al rato, volvía a empezar con fuertes discusiones y peleas.

    Un martirio para ella y el hijo de ambos: Félix. A ella le había costado un mundo conseguir una orden de alejamiento, pero al final la había obtenido. Su marido no se podría comunicar lo más mínimo ni con ella ni con el chiquillo. Ella había pasado de ser una gran directora ejecutiva de una importante empresa a limpiar suelos. Cambió un barrio ostentoso y lujoso de Madrid por otro mucho más humilde de Andalucía.

    Y eso para ella no tenía precio. María había conseguido paz interior, aliviar su ansiedad, tenía amor propio, confianza en sí misma y también andaba sin miedo por la vida. Su hijo era otro niño, era un niño feliz, rendía en la escuela, reía y socializaba con otros niños muy bien. El miedo también había desaparecido de su vida. Ambos creían que en el lugar donde residían aquel monstruo no iba a llegar jamás.

    Otro hombre dibujó una sonrisa en sus caras , su vecino Daniel. Daniel había sido policía. Sin embargo, se retiró del cuerpo de policía muy decepcionado. Se decepcionó al ver que sus compañeros no ayudaban al pueblo, sino que estaban a merced de un gobierno corrupto lleno de hipocresía. 

    Sin trabajo y con poco que ofrecer, se animó a pedirle una cita romántica a María. Los dos congeniaron a la perfección. Él la había aliviado de todo el sufrimiento que le causó el otro hombre. Supo besar todas sus heridas y cicatrices, supo amarla de verdad. Ella sintió renacer de nuevo. No obstante, María no se atrevía a formalizar la relación y siempre que Daniel le sacaba el tema de vivir juntos, ella se negaba. Temía otra convivencia con otro hombre.

    Una noche de madrugada ocurrió lo peor. El marido de María ( al que no le pondremos nombre ) saltó por la ventana de ella, y entró en su habitación, incumpliendo la orden de alejamiento. Ella se despertó de un susto, pero aún así, se puso de pie y le encaró muerta de miedo.

    Félix empezó a escuchar gritos y golpes. Su padre empujó a María contra la pared. La cabeza de ella se dio un fuerte golpe contra la misma. El energúmeno le propinó varias bofetadas hasta dejarla inconsciente. La tiró sobre la cama y se dispuso a violarla. " Ahora verás que yo soy tu hombre. Yo. No ese mierda de policía que te has buscado ", le espetó.

    Félix se vistió corriendo y salió de la casa hasta llegar a la de Daniel. Con sólo ocho añitos, avisó a Daniel pronunciando estas palabras: " Daniel, ayúdanos. Mi padre está torturando a mi madre ahora mismo ".

    Daniel en pijama salió corriendo de su casa hasta llegar a la de María. Al llegar allí, vio cómo un animal violaba a la mujer de su vida con muy poca resistencia. Él le sujetaba los brazos, le estaba haciendo daño. Ella lloraba con la cara y las sienes ensangrentadas.

    Daniel le dijo al niño que se escondiese en su cuarto, pero Félix le hizo caso omiso y fue testigo de la atroz escena.

    Daniel cogió al hombre por la espalda, le dio la vuelta, le puso delante de sí mismo y le dijo: " A ver si a mí me haces lo mismo que a ella ", le propinó varios puñetazos en la cara. El hombrecillo desprevenido y asustado, intentó defenderse, pero Daniel no le dejó. Le dio una patada en el estómago, le tumbó al suelo, le asestó un golpe en la cabeza contra el suelo y, totalmente desencajado, le atizó varios puñetazos en la cara. La voz de Félix le detuvo: " Basta, Dani. Él es tan malo que la muerte es poco castigo para él ".

    María, que estaba paralizada en su cama por la violencia sufrida y el miedo, reaccionó, ordenó a Félix que se fuese con ella y se lo llevó consigo, abrazándole con todas sus fuerzas contra su pecho.

    El hombrecillo se levantó y saltó de nuevo por la ventana. Esta vez se lastimó la pierna, se hizo un esguince, pero el miedo que sentía le hizo correr con todas las fuerzas que podía reunir. Estaba ansioso y nervioso, nunca había visto la muerte tan de cerca.

    El primer comentario que le hizo María a Daniel fue el siguiente: " Definitivamente, tienes que venirte a vivir con nosotros ". " ¡ Qué bien ! ", expresó Félix emocionado.

    Daniel cogió un pañuelo que estaba en la mesita de noche, le limpió la sangre de la cara a la mujer, todas sus lágrimas, la besó por toda la cara y le respondió: " Acepto encantado ". 

    Daniel y ella pasaron la noche en el hospital. María se hizo con otro parte de lesiones ( ya perdió la cuenta de cuántos se había hecho ) . Dicho informe lo presentó junto a otra denuncia más hacia el marido.

    Por fortuna, éste jamás se atrevió a aparecer de nuevo en su casa. No supo más de él y no quiso saber nada más de él. En ella volvió a desaparecer el miedo. Esta vez definitivamente. Daniel, que sí era un hombre de los pies a la cabeza, dormía con ella todas las noches. Y aunque no era el padre biológico de Félix, el chiquillo lo sentía así y le llamaba papá.

    Valiéndose de un buen amigo acaudalado, María le consiguió a Daniel un buen trabajo de guardaespaldas. La pareja y Félix tuvieron el final que se merecían . Y es que las personas buenas se merecen sólo cosas buenas: felicidad, abundancia, salud, prosperidad, amor, etc. Nadie ( sea hombre o mujer ) merece ser maltratado. No hay ningún motivo para el maltrato. Ante las personas que maltratan y abusan de las demás, no cabe la justificación ni la compresión. Hay que aislarlas de la sociedad como personas incívicas e incivilizadas que son. No te calles nunca, denuncia si eres víctima de una persona así. 

Relato elaborado por Eva María Vicente Belmonte.