Insomnes
Era verano . El aire acondicionado en la casa de Paula estaba a tope , pero ella no podía dormir .
Decidió asomarse a la ventana . Hacía muchísimo calor , pero una brisa de aire fresco la aliviaba . Sentía que podía respirar muy bien a través de la ventana .
Fue entonces cuando vio a su deseado vecino . Cuando Roberto se mudó al piso de enfrente , era sólo un niño de seis años , ella acababa de cumplir los dieciocho . Se llevaban doce años de diferencia . Siempre le pareció un mocoso que cuando podía , la espiaba . Sin embargo , ahora ese mocoso se había convertido en un muchacho moreno , fornido , de complexión atlética y fuerte . Había alcanzado la edad de veinticuatro años y ella era ahora quien se moría por él .
No obstante , Roberto seguía deseándola como el primer día . Al igual que ella tampoco podía dormir , y se asomó a la ventana para observarla . Se la encontró de frente y sus miradas se cruzaron . Fue entonces cuando Paula se atrevió a dar el primer paso y le hizo a Roberto señas para que entrara en su casa . Roberto no podía creer lo que estaba viendo : " ¿ Es lo que yo creo que es ? " , pensaba aturdido .
Luego vio que ella se retiró de la ventana . Entonces , triste pensó : " Han sido sólo imaginaciones mías " .
Pero oyó la puerta de la casa de su vecina que se abría y no dudó más . Ella le estaba pidiendo que entrara en su casa para tener sexo .
Salió disparado de su casa y cuando cruzó el umbral de la puerta de Paula , ambos dieron rienda suelta a su pasión . Se besaban como locos . Él le bajó a ella su picardías y de paso , le bajó las bragas al mismo tiempo que ella le bajó sus calzoncillos .
Volvieron las caricias y los besos . Mientras se besaban , Paula guiaba a Roberto hasta su habitación . Él tumbó a Paula en la cama , ella se sujetó al cabecero de la cama , mientras él excitado la penetró profundamente con todo el peso de su cuerpo , ella estiraba sus piernas hacia abajo lo más que podía . Desde su posición , sintió la presión del pene de Roberto sobre su vagina y se sumergió en un éxtasis de placer que la condujo al mayor de los orgasmos . Luego , Roberto tuvo el suyo hasta desmayarse encima de ella . A continuación , se tumbó a su lado extenuado .
Ardida por el cuerpo del muchacho , quiso devorarlo entero . Roberto estaba como en una nube . Se había cumplido su fantasía erótica desde que tenía uso de razón . Pensando en ello , fue sorprendido por Paula haciéndole una felación . Se la lamía con toda la superficie de su lengua de arriba abajo manteniendo el contacto visual . Después , se la metió en la boca para succionársela . Era algo que le estaba volviendo loco de placer , pero no quiso correrse en su boca . La guio hasta ponerla encima de él . Ella , totalmente fuera de sí , a horcajadas penetró su pene erecto como una auténtica amazonas cabalgando un caballo . Se balanceaba sobre él , sintiendo sus grandes manos acariciando sus sedosos pechos y cómo bajaban hasta su vientre . Repetía las caricias sin ningún tipo de pudor hasta que ese cuerpo de diosa le llevó al mejor segundo orgasmo de su vida . El primero fue con ella unos minutos antes . Ella le siguió . Se quedó fuera de sí con convulsiones encima de él . Sintiendo su miembro , se sentía en el mismísimo cielo , tardó mucho en desacoplarse del cuerpo del muchacho . Ninguno de los dos podía , no querían .
Aquella noche la cama de Paula no se rompió de milagro , entre los dos siguieron los coitos hasta quedar profundamente dormidos .
Cuando despertaron por la mañana , Paula y Roberto acordaron olvidarlo todo . Ella estaba a punto de casarse con Ignacio , un rico empresario , él tenía igual planes de boda con Sara , quien esperaba un hijo suyo .
Sin embargo , no pudieron olvidar esa noche . Hasta el día de hoy casa vez que se encuentran solos en sus casas y no pueden dormir , se miran por la ventana . Eso sólo significa una palabra : SEXO . Y sexo del bueno . Como el que nunca han sentido con nadie .
Pocas veces los dos se encuentran en el edificio con sus respectivas parejas . Pero cuando coinciden los cuatro , tanto Ignacio como Sara notan la tensión sexual latente entre Roberto y Paula , una tensión que ambos no pueden disimular bien . Al estar cerca el uno del otro , se ponen nerviosos y no saben fingir . Es cuando llegan los silencios incómodos y las respuestas sin sentido . Ni el empresario ni la embarazada les pregunta a ellos nada . Intuyen que la verdad puede serles muy dolorosa . Yo les entiendo , ojos que no ven , corazón que no siente . Y el futuro de los cuatro , aquello que el destino les depara , sólo Dios lo sabe .
Relato elaborado por Eva María Vicente Belmonte .
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